Sus propiedades únicas son más que interesantes en el sector industrial. Su versatilidad y su eficacia lo convierten en un elemento indispensable. Algunos de sus beneficios incluyen:
Resistencia al agua y protección frente a la corrosión.
Trabaja en un amplio rango de temperaturas sin perder su consistencia y eficacia.
Posee una gran durabilidad reduciendo la necesidad de aplicaciones frecuentes.
Reduce notablemente la fricción entre piezas y componentes.
Protege contra la formación óxido y otros tipos de corrosión, incluso en las condiciones más adversas.
Puede utilizarse en una gran variedad de aplicaciones.